Carmen González. Cuentan que la empresa Postres Artesanos de Arahal empezó en 1993 con una gama de productos elaborados en varias ollas en el patio de la casa de Juan Manaute y Ana López, un matrimonio de Arahal que sólo intentaba sacar a su familia adelante. Natillas, arroz con leche, flan o tocinos de cielo eran sus especialidades y partían de un principio inalterable hoy en día: la elaboración debe siempre ser artesanal. La empresa ha crecido ampliando sus catálogos con una gama de productos innovadores entre los que destacan sus yogures de semillas ecológicas y la primera dieta de venta online dirigida por una nutricionista, aunque disponen de más de 200 referencias. Y ya están trabajando en su próximo proyecto: realizar una gama de “batividas”, batidos nutricionales, bajo la dirección del famoso médico nutricionista Antonio Escribano Zafra, médico especialista en endocrinología y medicina deportiva.
La crisis sanitaria ha sorprendido a los actuales gestores de Los Artesanos y Livania con varios proyectos en marcha. Han tenido que reducir plantilla pero confían en que pronto todo vuelva a la normalidad. Porque si hay algo que no está en sus planes, es quedarse parados. Igual que no se quedó parado el fundador de esta empresa, Juan Manaute que, junto con su mujer, le echó valor a una crisis, la del 1992, que se le vino encima casi sin darse cuenta.
Del patio de su casa a tres fábricas
“Trabajaba entonces como comercial, con mi furgoneta, distribuyendo productos fríos. Repartía de todo, ya conocía a muchas empresas y ellas a mí, por lo que pensamos, no sólo en repartir, sino hacer nuestro propio producto”, cuenta Juan. Entonces, tanto Javier como Ana, sus hijos eran pequeños, y empezaron habilitando el patio de su casa para elaborar los postres con la receta casera de su mujer.
Desde el año 2000 disponen de su fábrica en el polígono industrial Huertordoñez de Arahal, empezó con una nave y ya tiene tres. Juan y Ana dejaron la empresa en manos de sus hijos, Javier y Ana, que han conseguido darle una nueva perspectiva a las comidas caseras. Sin dejar de moverse por ferias, abriendo nuevas vías comerciales, nuevas posibilidades de negocio en cadenas de supermercados, hoteles, catering, restaurantes por toda España. Y estudiando nuevas líneas de productos para seguir innovando.
Así fue como hace tres años nació Livania. Curiosamente es el nombre de la abuela de la familia, por eso de ir hacia delante pero sin salirse del camino de la tradición. Bajo esta marca comercial crearon los yogures de semillas ecológicas (semillas de amapola, chía, lino dorado y quinoa), uno de los productos que más llaman la atención apenas empiezas a recorrer el catálogo, principalmente por sus ingredientes y por su elaboración que sigue siendo en yogurteras.
Livania es igual a producción ecológica
Aunque, en realidad, es una apuesta por la producción ecológica, con productos cien por cien naturales, sin conservantes, colorantes, aditivos ni pesticidas. Esta gama tiene casi de todo, aliños preparados para revueltos, platos de Quinta Gama, vegetales y postres. Platos elaborados con productos de proximidad y con métodos que marcan la diferencia. Al igual que el resto de líneas, como los asados.
“Para aprender a elaborar los asados contratamos a un cocinero especializado porque lo más importante de estos productos es aprender a estabilizarlos”, explica Javier Manaute, gerente de la empresa. Están de 18 a 22 horas en el horno, únicamente con aceite y sal, “se asan de dentro hacia fuera, es la razón por la que después en el restaurante el comensal no necesita cuchillo”.
Los asados, que se vende al sector de la hostelería, grandes superficies comerciales y pequeños comercios de toda España, sólo necesitan de 15 minutos en el grill y queda listo para comer, como si todo el proceso lo hubiera realizado el cocinero del restaurante.
No hay ollas mayores de 60 kilos
Y desde hace unos meses, a la espera de que comiencen de nuevo a moverse el sector de la hostelería, han comenzado la venta online para llegar directamente al consumidor, sin perder un ápice de su carácter artesanal, de hecho la página web se llama comida sana a domicilio. “La fábrica está industrializada pero no mecanizada, aquí la olla de más tamaño es de 60 kilos, seguimos añadiendo ingredientes, removiendo y envasando a mano”, dice Javier Manaute.
Igual han querido hacer con su menú de dieta, avalado por la doctora Raquel Rologa. Su elaboración tenía que ser efectiva a la par que saludable. “Se ha realizado un estudio de las proteínas, glúcidos, hidratos pesando cada ración para que sea efectiva”, concretan. La pregunta es: ¿Cuántos kilos se pierden al mes? La respuesta depende de muchos factores, la complexión de la persona, si hace o no ejercicio, cuánto sobrepeso tiene. Pero ellos mismos la han probado “y funciona, vaya si funciona”.
Los “batividas”
De actitud inquieta, el equipo que dirige esta empresa, sigue sumando proyectos. Ahora preparan la composición de siete “batividas” basados en los estudios del médico Antonio Escribano, especialistas reconocido en endocrinología, nutrición y medicina deportiva. “Es un método que defiende la alimentación funcional, convencidos de que somos lo que comemos”, especifica el gerente. Todo está medido en función a los estudios realizados por Escribano que pone en práctica con la empresa arahalense una línea de alimentación basada en la composición de cada ingrediente y lo que aporta al cuerpo humano.
Así es como el gazpacho que elabora Livania tiene un alto contenido en licopeno, pigmento que le da el color rojo, también lo contiene la sandía o el durazno. La tendencia en alimentación es precisamente conseguir dietas con nutrientes que ayuden a prevenir enfermedades e, incluso, mejorar las expectativas de vida. “Alimentos que den al cuerpo lo que necesita en cada momento”, precisa Javier.
Postres Los Artesanos fue el germen de esta empresa y sigue siendo una parte esencial en ella, pero crecer les ha permitido descubrir que, en el mundo de la alimentación, no está todo inventado. Con esta premisa, los protagonistas de esta historia acuden a su trabajo todos los días.