Fermín Cabanillas. “El 24 de diciembre de 1968, el astronauta Bill Anders le brindó a la humanidad un hermoso regalo de navidad. Desde la órbita lunar, el Apolo 8 Anders logró capturar una sobrecogedora imagen de nuestro planeta visto desde la mismísima Luna”.
Así comienza el libro Objetivo: planeta Tierra, editado por la Universidad de Sevilla y escrito por el periodista Alejandro Ávila junto a críticos y expertos en cine documental como Pamela Biénzobas, Martín Cuesta, Mónica Delgado, Víctor Esquirol y Blanca Martínez.
Se trata de un un libro coral que analiza, por primera vez en español, el auge del documental de medio ambiente, adentrándose en sus temas principales: el cambio climático, la extinción masiva de especies, la contaminación del entorno o la sobreexplotación de los recursos naturales.
«Un planeta repleto de maravillas». La Tierra, cuenta Alejandro Ávila, periodista especializado en cine y medio ambiente, “es un planeta repleto de maravillas naturales, que corren un peligro cierto a mano de los seres humanos. Y el cine ha sido un testigo de excepción”.
Como explica Ávila en la introducción, aquella primera tripulación a la Luna le legó a la humanidad la primera fotografía de su hogar, vista desde otro mundo. “En la imagen, titulada Earthrise (El amanecer de la Tierra), se ve un planeta intensamente azul, menguante como una luna y surcado por remolinos blancos. Es apenas tierra y casi todo agua: líquida en los mares y vaporizada en las incesantes nubes. Sin embargo, más allá de su belleza, hay algo que llama más poderosamente la atención: su solitaria existencia en el oscuro universo. Su fragilidad en medio de la nada. Una fragilidad que, medio siglo después, es más real que nunca”.
El libro analiza más de un centenar de documentales que nos permite conocer a qué riesgos ambientales se enfrenta la humanidad. Y es que, como explica este libro pionero, “el documental de medioambiente ha evolucionado desde el asombro ante la caprichosa belleza de la naturaleza al temor de perderlo todo ante las numerosas amenazas que lo cercan. La Tierra no es ya solo un lugar repleto de maravillas, sino un lugar en peligro que nos sentimos obligados a salvar”.
Mónica Delgado, coautora del libro, señala muchos de los documentales de medio ambiente tratan de “desvelar los grandes secretos corporativos, o reiterarlos, ya sea con vocación de servicio público, o desde un activismo que conoce los medios de persuasión muy bien y los utiliza para el bien de la comunidad y las poblaciones”. Y ahí radica una de las principales virtudes del subgénero: poner sobre la mesa de debate temas urgentes que nos afectan a todos.
Según John A. Duvall , profesor de la Universidad Dominicana de California, la crisis ambiental es una “crisis invisible. A no ser que nos encontremos entre los desgraciados que tienen que beber agua de un río contaminado, perder nuestras cosechas por una sequía extrema o respirar el aire contaminado expulsado por una planta eléctrica o una refinería, podemos llevar nuestra vida diaria sin reparar en los cánceres ecológicos que nos devoran en los últimos tiempos”.
El libro aborda temas tan actuales para el medio ambiente como la biodiversidad, el cambio climático, la contaminación o la sobreexplotación de los recursos naturales. Objetivo: planeta Tierra invita a ver y analizar documentales sobre el calentamiento global por razones antropogénicas (prácticamente un género en sí mismo), la extinción masiva de especies denunciada por documentales tan espectaculares como Racing Extinction, el envenenamiento de tierra, mar y aire o el agua como derecho humano negado.
Mientras el crítico Martín Cuesta indaga en la voz autoral dejada por una serie de directores de documentales de naturaleza a lo largo de la historia cinematográfica como Werner Herzog o Roberto Rossellini, la periodista especializada en cuestiones de género Blanca Martínez apuesta por investigar las conexiones entre el feminismo y el ecologismo: el ecofeminismo, en una selección de documentales ambientales.
En palabras de la periodista Blanca Martínez, “incorporar una mirada feminista nos obliga a ofrecer una visión holística, entender las problemáticas medioambientales como un sistema donde se solapan cuestiones ecológicas con dificultades cotidianas que no afectan de igual forma a hombres y mujeres”. La desigualdad de género también se manifiesta en el impacto de las amenazas ambientales.
Ante un amplio panorama internacional en el que destacan directores de la talla de David Attenborough, Wim Wenders o el mencionado Werner Herzog, el libro no se olvida de la riqueza cinematográfica producida en los últimos años en España, en general, y en Andalucía, en particular. Son los herederos del gran divulgador y cineasta Félix Rodríguez de la Fuente, el hombre que cambió la conciencia ambiental de todo un país.
Hablamos de cineastas como Joaquín Gutiérrez Acha (Cantábrico), Arturo Menor (Barbacana), Gerardo Olivares (Marcos, el lobo solitario), Manuel H. Martín (La vida en llamas), Manu Trillo (Quivir), Jorge Molina (El hombre que salvó el paraíso), Hernán Zin (Diez elefantes) o la propia Isabel Coixet (El mar de Aral), entre otros.