Fermín Cabanillas. El Ayuntamiento de Benacazón ha iniciado una serie de actuaciones en la Ermita de Castilleja de Talhara, con el objetivo de atender la conservación de este importante patrimonio a través del mantenimiento integral de sus zonas ajardinadas y arbolados.
Todas estas labores de mantenimiento están siendo coordinadas por el área municipal de Obras y Servicios, que administra el concejal Manuel Ortiz Soriano a través de sus operarios de jardinería.
Una joya arquitectónica
Los trabajos han adecentado parte del entorno, con el fin de cuidar lo mejor posible una de las joyas arquitectónicas de la provincia de Sevilla, que, en parte, se ha mantenido en pie con el paso de los siglos.
En la actualidad solo se conservan las ruinas en ladrillo y tapial de esta antigua ermita mudéjar del siglo XIV, per sigue siendo igual de impresionante.
En la actualidad se conservan las ruinas de una antigua ermita mudéjar del siglo XV, de la alquería de Castilleja de Talhara. Se trata de un notable edificio por lo depurado de sus proporciones, la calidad del diseño y la ejecución de portadas y ventanas. Está construido con ladrillo y tapial, contando con algunos elementos de cerámica vidriada en las ventanas.
Es uno de los ejemplares más destacados del mudéjar sevillano. Cuenta con un arco lobulado en la arquivolta externa, enmarcado con un alfiz. Especial interés poseen las ventanas: la del lado del Evangelio en el presbiterio conserva la decoración de cerámica vidriada en turquesa y manganeso. Es toda una joya.
El templo
El templo es de planta basilical con tres naves de dos tramos con arcos apuntados y capilla mayor de planta cuadrada. Se pone de manifiesto por los restos de las trompas que la soportaban. Se sabe que estuvo cubierta por bóveda esquivada de 16 lados.
Junto a la ermita se encuentra la Hacienda de Castilleja de Talhara, de propiedad privada, que se halla en perfecto estado de conservación gracias a la correcta intervención de sus actuales propietarios.
Mudéjar
La portada del edificio es uno de los ejemplares más destacados del mudéjar sevillano. Cuenta con un arco lobulado en la arquivolta externa, enmarcado con un alfiz. Su imagen representa el actual logotipo del Ayuntamiento de Benacazón.
La ermita se encuentra a unos cinco kilómetros del casco urbano principal de Benacazón, en el margen de la carretera A-473, que une al municipio sevillano con el del Aznalcázar.