Fermín Cabanillas. “Se busca a la pareja que hizo posible que aprobase un examen”. Es el llamamiento que ha hecho una opositora sevillana, Marian de Juan Martín, a la que solo la labor solidaria de una pareja le hizo posible presentarse al examen que puede cambiar su vida.
https://www.facebook.com/marian.dejuanmartin/posts/10221572627957870
María ha publicado un mensaje en sus redes sociales en el que pide ayuda, simplemente, para agradecer la ayuda que recibió cuando ya parecía que todo estaba perdido.
“Acudo a vosotros por si es posible encontrar desde aquí a una pareja, chico y chica, que me recogieron en su coche el día 20 de junio, sobre las 7,40 de la mañana, cuando llegaba tarde al primer examen de las oposiciones en Reina Mercedes, en Sevilla. Les paré el coche en un semáforo y les pedí desesperada (casi llorando y probablemente con cara de loca) si me podían acercar, ya que no había taxis, ni autobuses y ya no llegaba. Y amablemente se ofrecieron a llevarme, ya que iban también al mismo sitio”.
“Ella se examinaba de Inglés, no sé si es o no interina pues no hablamos de ello, solo nos dijimos la especialidad (yo soy de Lengua) y con los nervios no le pregunté nada más. Estoy a la espera de confirmar mi plaza, que ya es casi segura, y sin su ayuda, desde luego, no la hubiera conseguido y me gustaría agradecérselo. A ver si los puedo encontrar”. La joven, explica Marian, debió examinarse en los tribunales 3, 4, 5 o 6, porque son los que estaban en la Facultad de Farmacia.
Llegaba tarde
En una respuesta posterior a su mensaje, Ana explica que se fue a una avenida que iba hacia Reina Mercedes, “a la parada del autobús o a intentar parar un taxi o a irme corriendo. Previamente paré a unos policías para preguntarles por una parada de taxis cercana y estuve a punto también de pedirles que me llevaran. En la parada de autobús, angustiada, viendo cómo corría el reloj y sin tiempo a llegar a pie, me puse ya a intentar parar algún coche pensando en que fueran opositores y que fueran para allá”.
«Estos chicos que pararon, la verdad, en principio pasaron de largo: se asustarían al mirarme y verme manoteando como una loca. Pero a un metro, por el semáforo en rojo, tuvieron que pararse y les insistí, diciéndoles que perdía la oportunidad de presentarme a las oposiciones».
La chica iba leyendo unos folios
En ese momento, “vi que ella estaba releyendo unos folios, repasando y me dijo que también ella se examinaba y que subiera. No olvido la cara de sorpresa del que conducía, como diciendo “Dios mío, a qué loca estaremos metiendo en el coche”. Fue una suerte, tras varios tropiezos y circunstancias previas que apuntaban claramente a que no iba a poder presentarme”.
Con todo, Marian busca a estas personas para darles las gracias. Su gesto solidario puede haber cambiado su vida.