Redacción. Con motivo del V Centenario del fallecimiento del gramático Elio Antonio de Nebrija ha sido trasladada al Rectorado de la Universidad de Sevilla la estatua que se encontraba en el Instituto de Estudios Hispano-Americanos. La obra ha sido restaurada y se encuentra ubicada en el vestíbulo de la Facultad de Filología, a pocos metros de la Gipsoteca..
El acto de inauguración del nuevo espacio ha contado con la presencia del rector de la US, Miguel Ángel Castro; José Javier Martos, decano de la Facultad de Filología; Encarnación Fuentes; Lola Pons, comisaria de las actividades del año Lebrija; y Esther Cruces, directora del Archivo General de Indias. También han estado presentes familiares del Escultor Lafita y representantes del Ayuntamiento de Lebrija. Este traslado y ubicación definitiva en el Rectorado ha sido posible gracias a la generosidad de los herederos del artista y a la colaboración del de Estudios Hispano-Americanos.
La escultura se exhibe junto a otras dos pequeñas piezas que forman parte del proceso creativo del autor. Una es un completo a pequeña escala, y la otra es un modelado de la cabeza a escala natural.
Durante el acto el director general del Secretariado de Patrimonio Histórico-Artístico, Luis Méndez ha resaltado que con la ubicación de la estatua de Nebrija en la Antigua Real Fábrica de Tabacos se refuerza el aspecto conmemorativo del Año Lebrija y ‘enlaza con la musealización de este espacio central, sumándose a la gipsoteca y a otras acciones que rescatan nuestro patrimonio’. Por su parte el rector de la US, Miguel Ángel Castro, ha agradecido tanto a Lola Pons como a los familiares e instituciones la colaboración que ha hecho posible el traslado de la figura.
EL MONUMENTO A ELIO ANTONIO
La escultura ‘Elio Antonio de Nebrija’ fue realizada por José Lafita Díaz (1887-1945) en 1944 (Medidas: 205 cm x 122 cm x 90cm). Se trata de un vaciado de escayola policromado.
La restauración ha sido realizada en la Universidad de Sevilla por Marta Pertejo, con las siguientes intervenciones: limpieza de polvo y suciedad, fijación de los levantamientos y lagunas de policromía, estucado y desestucado, reintegración de la policromía y realización y colocación de una moldura para la base.
La idea de elevar un monumento a Elio Antonio de Nebrija, hijo ilustre de la localidad sevillana de Lebrija, nació en 1942, cuando se comenzó a plantear la celebración del V Centenario del nacimiento para 1944. Se trataba de esta forma de homenajear al “padre de la Gramática española, sabio universal y primer Humanista español”.
Desde el momento en que se produce el encargo, en mayo de 1942, José Lafita inicia los dibujos, bocetos, apuntes, maquetas a escala y el modelo definitivo que aprobará la Comisión en 1944 y empieza la construcción y talla del pedestal y la figura a tamaño real que se fundirá en la Fundición Ferrero, en Madrid, inaugurándose al fin el 26 de mayo de 1946. La figura en bronce representa a Nebrija en posición sedente, vestido con ropaje de época en su condición de profesor de latín.
El modelo de escayola que ahora se muestra, es el que se envía a Madrid para fundirse, regresando a Sevilla en el mismo año 1946, momento en que se instala en el Instituto de Estudios Hispano-Americanos y donde ha permanecido hasta este año 2022 en que, con motivo del V Centenario de su fallecimiento, se traslada a la Universidad de Sevilla, gracias a la generosidad de los herederos del artista y a la colaboración del citado Instituto.
JOSÉ LAFITA Y SU MONUMENTO A NEBRIJA
El escultor sevillano José Lafita Díaz, nació en Sevilla, el 17 de noviembre de 1887 y murió en 1945. En 1900, a los trece años de edad, entra a trabajar en el taller que creó su padre junto a otros artistas del momento y que se conoció como la Sociedad Decorativa. En este permaneció hasta 1905.
1903, una vez acabado el bachillerato, ingresa en la Escuela de Artes, Oficios, Bellas Artes e Industrias, donde se inicia en el dibujo, pintura y otras materias afines a la escultura. En ese mismo año interrumpe estos estudios para marchar a Suiza, donde estudia Arquitectura en el Instituto Technikum de Biénne, regresando dos años más tarde y reincorporándose a las clases de Modelado, Vaciado y Composición Decorativa Escultura en la misma Escuela, hasta 1913.
1916 está fechada su primera obra conocida: un busto de Cervantes, aunque desde 1913 se conocen ánforas y elementos de decoración cerámica que realiza con destino al Parque de María Luisa, que se preparaba para la Exposición Iberoamericana de 1929. Para esta hará sus obras emblemáticas: la Fuente-farola Monumental de la plaza Virgen de los Reyes, la Fuente del Patio de Banderas, y otros monumentos públicos como los de Mañara, Fray Bartolomé De Las Casas, Rafael González Abreu o Eusebio Rojas-Marcos, concluyendo sus grandes producciones con el Sagrado Corazón del Monumento de S. Juan de Aznalfarache y de Elio Antonio De Nebrija en Lebrija, de la que es copia fiel la que ahora se expone en la Universidad de Sevilla