Redacción. Hoy ha tenido lugar la apertura de puertas del nuevo espacio expositivo creado tras la restauración de los restos arqueológicos del periodo abadí (s. XI) aparecidos en el sótano de la casa de hermandad de la Hiniesta durante las catas arqueológicas preventivas con motivo de la ampliación y reforma de la misma. El acto ha contado con la presencia del alcalde de Sevilla y Hermano Mayor Honorario de la Hermandad, Juan Espadas, que ha estado acompañado por representantes de la Corporación municipal, así como por representantes de Unicaja Banco, el Párroco de San Julián, el Hermano Mayor de La Hiniesta, José Antonio Romero y miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad, entre otros.
Esta puesta en valor de unos restos arquitectónicos de un valor único en España ha sido posible gracias a sendos convenios de colaboración firmados en 2018 con el Ayuntamiento de Sevilla y la entidad Unicaja Banco, a lo que se ha sumado la hermandad con una cantidad adicional de sus propios fondos.
Así, el Consistorio contribuyó con 60.000 euros a este proyecto dentro de los programas que se han puesto en marcha con el acuerdo de la corporación para la colaboración en la recuperación del patrimonio de la ciudad después de que el Pleno aprobara esta colaboración en diciembre de 2017.
La actuación se ha llevado a cabo conforme al proyecto de Puesta en valor de restos arqueológicos en la Casa Hermandad de La Hiniesta. San Julián realizado por las arquitectas Nerea López y Mabel Regidor, y el restaurador Jesús Serrano, impulsado por la Delegación Territorial de Sevilla de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Sevillanos y visitantes podrán de este modo conocer unos restos que han tenido especial importancia por la aparición de materiales muebles fechados en el siglo VI y, sobre todo, por los restos arquitectónicos que demuestran la ocupación y uso de la zona del barrio de San Julián con mucha anterioridad a su integración en la planta urbana de la ciudad, sucedida en el siglo XII con la construcción de la muralla almohade, de la que se conserva un importante tramo entre la Puerta de Córdoba y el Arco de la Macarena.
A ello se suma la aparición de pintura al fresco del periodo abadí (siglo XI), ya que se trata de un ejemplo único en España, así como que en ningún otro lugar de nuestro país existe una pintura de época taifa de esa extensión, esa calidad y en ese estado de conservación excepcional.