Redacción. La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, prevé instalar otras ocho salas Gesell en distintos municipios de Granada, Huelva y Sevilla. Una medida que viene a reforzar el servicio que se viene prestando en los juzgados de estas capitales andaluzas y que mejora la atención que se presta a menores, discapacitados y otras personas especialmente vulnerables, como las víctimas de violencia de género.
En concreto, este equipamiento, que respeta la intimidad de las víctimas, estará disponible en los juzgados granadinos de Huéscar y Loja; en las sedes judiciales onubenses de Aracena, La Palma del Condado, Moguer y Valverde; así como en las localidades sevillanas de Morón de la Frontera y Sanlúcar la Mayor. La instalación de estas nuevas salas se hará con cargo a los fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
Todas las provincias andaluzas van a contar con al menos una de estas salas, después de que el pasado mes de junio se formalizara el contrato para su instalación en la capital gaditana, Jerez y Algeciras. Las de Cádiz venían a sumarse al servicio que ya existe en Almería, Málaga, Sevilla, Huelva y Córdoba, que cuentan con una sala en sus sedes judiciales, y Granada y Jaén, que disponen de dos salas cada una. De esta forma, Andalucía dispondrá de 20 salas Gesell.
Esta sala especial evita la exposición a múltiples interrogatorios gracias a su estructura dividida en dos habitaciones separadas por una pared que cuenta con un cristal de grandes dimensiones que permite la visión de lo que ocurre en una de ellas desde la otra, pero no al revés.
De este modo, las víctimas pueden hacer su declaración en un entorno más amable y se evita su revictimización ya que su exposición queda como prueba preconstituida con todos los requisitos de legalidad, al haberse realizado en presencia de todas las partes, incluida la defensa del acusado, y con la posibilidad de haber hecho preguntas a la víctima. De esta manera, el testigo no se ve obligado a acudir al juicio años después y tener que rememorar lo sucedido.
Las salas Gesell tienen una zona de entrevista que permite la exploración, prueba testifical y otras diligencias de menores y otras personas especialmente vulnerables en un ambiente de privacidad que puede evitar la victimización secundaria, ya que posibilita la preconstitución de la prueba y que, por tanto, el menor solo tenga que declarar una vez durante el proceso judicial. En el caso de los menores, las preguntas se las realiza un psicólogo, en base a un cuestionario de defensores y fiscales.
Este espacio está dotado de sistema de grabación de audio y vídeo, así como interconectada por audio con la zona de observación lo que permite la interactuación del juez con la persona que está realizando la diligencia. Existe también la posibilidad de realizar la observación remotamente a través de videoconferencia desde la sala de vistas.