M.C. Contreras. La localidad sevillana de Pruna ha conseguido que el mes de enero se asocie con una actividad tradicional que llena el pueblo durante dos días. “La matanza del cerdo” de Pruna cumple su décimo aniversario.
Es una fiesta que intenta recuperar una costumbre centenaria en la localidad celebraba antes en el seno de las familias. Una vez al año se reunían para matar un cerdo y elaborar todos los productos necesarios que los mantenían durante la temporada de invierno y parte del verano. El evento, ahora utilizado como recurso de promoción turística y gastronómica, se celebra en la localidad los días 25 y 26 de enero.
No ha sido fácil, pero ya es un éxito y un atractivo turístico en el pueblo, además de una forma de promocionar su patrimonio económico, cultural, ambiental y etnográfico. Y es que Pruna es la atalaya de Sevilla porque en su término municipal está el castillo del Hierro que se alza a casi 700 metros de altitud y fue uno de los primeros asentamientos romanos en las constantes luchas por la dominación de Hispania.
Para la “La Matanza del cerdo” se organiza una representación didáctica del despiece del animal, un matarife, oficio que ya ha desaparecido, va explicando al público presente en la Plaza del Ayuntamiento el proceso paso a paso. Después, con la ayuda de vecinas de la localidad, se cocinan las diferentes partes del cerdo que se emplean en una degustación gratuita.
Antes de la matanza, el Ayuntamiento de Pruna ofrece también gratis a todos los asistentes un desayuno molinero. Y, a la hora de cena, pueden disfrutar de una ruta de la tapa matancera por todos los bares de la localidad con precios muy económicos.
A su vez, se celebra un mercado de artesanía y gastronomía con productos tradicionales de Pruna, además de todo lo relacionado con el cerdo, no dejan atrás artículos como las tortas de hornazo o las patatas fritas “Las de Pruna”, famosas en todas las zonas por su especial elaboración. Ambos productos se fabrican todo el año junto con una selección de platos que podrán degustar en los bares como las tagarninas esparragadas, el cocido de verdolaga o el potaje campero.
También hay concursos curiosos como el de “Sopas secas hervías” y este año vuelven a organizar el III Concurso Internacional de Cortadores de Jamón de Blanca, Premio Interporc Spain Pruna 2020.
Se trata, al final, de dos días de intensa fiesta.