Redacción. El 28 de mayo se celebra el Día Nacional de la Nutrición, bajo el lema «Dieta Mediterránea en tiempos de pandemia, ahora más que nunca». En este sentido la Dietista-Nutricionista de Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, Ainoa Romero afirma que la Dieta Mediterránea junto a la práctica diaria de ejercicio físico son dos ingredientes indispensables para gozar de una buena salud. Sin olvidar, consumir alimentos frescos y de temporada e ingerir una cantidad adecuada de agua.
La especialista incide en que “la Dieta Mediterránea mejora el perfil lipídico, el perfil antiaterogénico y el perfil antitrombótico, y aporta gran cantidad de fibra dietética, de micronutrientes y de antioxidantes”. Estas características, continúa, “le confieren un papel preventivo en las enfermedades cardiovasculares, en ciertos tipos de cáncer, y tiene un efecto beneficioso sobre la salud digestiva”.
Ainhoa Romero explica que los beneficios de la Dieta Mediterránea se atribuyen a los valores del aceite de oliva, rico en grasas monoinsaturadas, reduce el colesterol total, LDL y HDL, disminuye la coagulabilidad sanguínea (factores de riesgo cardiovasculares) y aporta vitamina E, entre otras ventajas.
Alimentos de origen vegetal
En cuanto a los alimentos de origen vegetal la nutricionista incide en que aseguran un aporte suficiente de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes además de una gran cantidad de agua. Por su parte los productos lácteos, como el yogur y el queso, contienen microorganismos vivos capaces de mejorar el equilibrio de la flora intestinal. “Los cereales integrales, además de energía nos aportan gran cantidad de fibra”, añade, “los pescados azules son ricos en omega 3, disminuyen la tensión arterial y los niveles de triglicéridos; los huevos aportan proteínas de alta calidad y las carnes magras nos ofrecen proteínas y hierro”.
Por su parte la también Dietista- Nutricionista de Quirónsalud Sagrado Corazón, Inés Martín, indica que “tan importante como comer sano es comer seguro”. Insiste en que “es competencia de cada consumidor ser responsable de que: adquisición, almacenaje, manipulación y cocinado de los alimentos, sean apropiados para garantizar una ‘alimentación segura’.
El momento de la compra es importante por ello la especialista aconseja elaborar una lista previa teniendo en cuenta: el número de comensales y las necesidades nutricionales de cada uno; la frecuencia de consumo recomendada para cada alimento y grupos que componen la Dieta Mediterránea; la estacionalidad de los productos; la distancia desde el establecimiento a casa y la capacidad de almacenamiento que tenemos en el hogar. Otro factor importante es evitar romper la cadena de frío utilizando bolsas isotérmicas.
Productos frescos
Asimismo, es recomendable adquirir la mayoría de los productos en mercados donde se vendan frescos y evitar, en la medida de lo posible, los establecimientos que ofrecen productos sometidos a técnicas de conservación.
En segundo lugar, Inés Martín, explica la importancia del etiquetado ya que ayuda al consumidor a conocer la información más importante sobre el producto que está adquiriendo: nombre del producto, lista de ingredientes en orden decreciente incluidos los aditivos, la cantidad, la fecha de consumo preferente (o fecha de duración mínima o fecha de caducidad), información del productor, condiciones de conservación y la información nutricional.
Igualmente, según la nutricionista “deben evitarse los productos ricos en azúcares y sal añadida, así como los que se alejen mucho de su versión original”.
En cuanto a almacenaje y transporte la especialista indica que lo principal es llevar la compra desde la tienda a casa en el menor tiempo posible para evitar la proliferación de microorganismos ya presentes en los alimentos.
Para terminar Ines Martín, recuerda la importancia de descongelar los alimentos en el frigorífico o microondas para que conserven las características y evitar riesgos de contaminación por microorganismos, así como cocinarlos inmediatamente y nunca volver a congelarlos.