Carmen González. Durante la semana, José Carlos Mena Sánchez (Arahal, 1974) compagina su trabajo con el tiempo que dedica a su familia. Pero a ratos se transforma para seguir el instinto de su pasión, escribir, sobre todo poemarios y relatos históricos que va colgando en sus redes sin previo aviso. Encuentra una historia, se documenta y tira del hilo de la imaginación para contarla sin que le falte un detalle. Lo último con lo que se ha atrevido es con una novela histórica que lleva por título ‘El Decurión. Los caminos de Iberia’.
Para esta última obra, José Carlos Mena ha empleado al menos cinco años. En 529 páginas cuenta la historia de Marco Servilio Caepio, decurión romano, bajo el mando del Cónsul Publio Cornelio Escipión, al que hieren de gravedad en la batalla de Cástulo, librada por los cartagineses en el 211 a. C., durante la II Guerra Púnica.
Un libro cada dos años
Hasta este lugar se ha trasladado el escritor arahalense, funcionario interino y licenciado en Derecho, a fuerza de investigar sobre la época utilizando todos los medios a su alcance, como documentos y libros históricos que reúne en 2004 cuando trabajaba de procurador en el Juzgado de Marchena. “Allí coincidí con un compañero tan amante de la historia como yo, nos entusiasmamos y, en unos meses me dediqué a construir la columna vertebral del libro”.
Pero quedó aparcado por otras premuras porque si algo tiene José Carlos es que no considera la posibilidad de estar parado. Ni siquiera cuando profesionalmente se quedó en la estacada perdiendo su trabajo de orientador profesional para la administración en Arahal. Entonces siguió escribiendo aprovechando su experiencia en este sentido. En esos años, publicó ‘Entusiasmo. La receta’ (2015) y ‘Piedras en el camino’ (2017). Va a un libro cada dos años, el primero, antes que los citados, fue un poemario que le publicó la Diputación de Sevilla, ‘Sueños de lo cotidiano’.
Desde 2019, la historia lo ha terminado de enganchar. Ese año publicó ‘La Artillera’, fue su primera novela histórica en la que puso en valor la vida de una mujer, Manuel de Luna, una de las que luchó contra los franceses en la Guerra de 1808, participando en la batalla de Bailén y en el asedio de Tudela donde tuvo que enfrentar no sólo los peligros de la lucha, sino un parto en medio de la batalla.
Viajar en el tiempo
“Hay que leer mucho y situarse en el lugar. Y para hacerlo, no puede coger un coche, como se hace ahora. Me voy a la época y creo varios personajes de los que tirar para mi historia”, explica el escritor. Para su última novela, viajó mentalmente a toda la franja del Mediterráneo hasta la costa de Cádiz en una época histórica concreta, una época convulsa, repletas de guerras, conquistas, imperios que nacen y crueldad en cada paso que dan sus personajes, siempre con una historia de amor del fondo.
José Carlos Mena es consciente de que en la actualidad se prodigan aspirantes a escritores y obras por doquier. Pero, su afición no es ni actual ni negociable. Escribe porque la satisfacción de contar historias supera cualquier expectativa de mercado. Por eso, con sus novelas, ha sido consciente de seguir aquella premisa que describía Gabriel García Márquez cuando hablaba de su obra: “Quiero tener al lector agarrado por el cuello desde la primera hasta la última línea”.
Precisamente para su última obra eligió una batalla. El libro empieza describiendo una batalla cruenta “perdida de antemano”. Y todo, la investigación, la documentación, el traslado mental a la época en la que se desarrolla el libro, lo hace “quitándole tiempo al sueño”. Porque el autor arahalense no se conforma con dedicarse a una sola obra, entremete la publicación de un poemario ‘Cicatrices’ que presentó en un Certamen Literario de una editorial de Madrid, ‘Corcel Negro’. Ganó y el premio era la publicación del poemario.
El respeto al escribir
A su vez, cada semana, José Carlos Mena publica un artículo histórico en su web sonrisasenelcamino.es, con seguidores amantes de la historia de toda España. De hecho, una de las últimas entrevistas que le han hecho ha sido en la televisión asturiana. “Me gusta investigar pequeñas historias, una de las últimas ha sido la de Doña Josefa, una maestra que dio clases en Coria del Río el siglo pasado y que creó escuela por sus métodos de aprendizaje”.
Para José Carlos escribir un libro es algo a lo que se le debe tener mucho respeto. “En la actualidad se ha desprestigiado escribir porque es muy fácil publicar”. Pero él, con seis libros publicados, sigue considerando escribir un hobby, aunque gane premios “porque a nadie le amarga un dulce”. Sabe que “vivir de la escritura” es una quimera, “sólo lo hacen un pequeño porcentaje de todos los que escriben”.
Pero eso no impide que la pasión por este “hobby” siga a su ritmo, aunque para hacerlo tenga que quitarle horas al sueño por cumplir el suyo propio.