Redacción. «Los avances en las diversas terapias oncológicas han prolongado la supervivencia de los pacientes pero éstas conllevan para el paciente algunos efectos secundarios de carácter cardiovascular que dependen de la terapia utilizada, la duración de la misma y comorbilidades del paciente» explican los especialistas.
La detección temprana de dichos efectos adversos imprescindible y ha llegado a un motivo de gran preocupación tanto para hematólogos, oncólogos como cardiólogos. En este sentido, el día 24 el Hospital Universitario Virgen Macarena acoge las III Jornadas Andaluzas de Cardio-Onco-Hematología, organizadas por el grupo de trabajo de estas especialidades en asociación con los grupos de trabajo de ‘Insuficiencia Cardiaca’ junto a ‘Mujer Cardiopatia y Cardiologia’, de la Sociedad Andaluza de Cardiología. En estrecha colaboración con los miembros de las sociedades científicas andaluzas de Oncología Médica, Hematología y Hemoterapia, junto con la de Cancerología y diferentes sociedades de Atención Primaria.
La cardiologa Marinela Chaparro del Hospital Virgen Macarena, organizadora del evento junto con el doctor Antonio Ortiz del Hospital Virgen del Rocío, abrirán la primera de las cinco mesas-debate que albergan las Jornadas, declaradas de Interés Científico Nacional y Profesional por el consejo general del Colegio de Médicos; bajo el titulo ¿Cómo reducimos el riesgo de enfermedad cardiovascular y cardiotoxicidad en el paciente oncológico?. Las mesas giraran en torno a la prevención del riesgo, escenarios específicos de manejo que incluye entre otros cáncer de mama, cardiopatía isquémica o anticoagulación así como el abordaje integral del paciente con cáncer. Aspectos de diferente índole que centraran los debates.
«Es una oportunidad única para compartir conocimiento y experiencia siendo el principal objetivo de la reunión incidir en la necesidad de un abordaje multidisciplinar en el manejo de estos complejos pacientes, fomentando el trabajo en equipo con las diferentes especialidades implicadas en la atención al paciente oncohematológico en todos sus niveles asistenciales y en base a la evidencia disponible» nos explica la especialista antes mencionada.