Redacción. Hoy jueves, día 7 de noviembre, es el día en que nació la polaca Marie Curie Skłodowska, primera mujer en ganar un premio Nobel gracias a sus investigaciones sobre la radiactividad y las aplicaciones médicas de las radiaciones. La Organización Internacional de Física-Médica, aprovecha esta efemérides para celebrar el Día Internacional del Físico-Médico, también denominado Radiofísico en el ámbito hospitalario.
Un físico-médico es un profesional del ámbito sanitario que aplica la física para el tratamiento y diagnóstico de las enfermedades. Sus funciones van encaminadas a dos objetivos principales: incrementar la eficacia de los tratamientos y procedimientos diagnósticos que impliquen el uso de radiaciones, y facilitar la mayor seguridad del paciente, de los profesionales sanitarios y del público en general, en contacto con las mismas.
Rafael Arrans, jefe de Servicio de Radiofísica del Hospital Universitario Virgen Macarena, da una serie de claves que permiten incrementar la eficacia en los tratamientos y pruebas diagnósticas en las que participan los físicos-médicos. “La precisión en el funcionamiento de los dispositivos que suministran los tratamientos o realizan pruebas diagnósticas es fundamental para diseñar tratamientos con exactitud o asegurar la fiabilidad de los diagnósticos. Para ello, realizamos exhaustivos controles de calidad de forma periódica además de una minuciosa caracterización inicial de los equipos. Para aumentar la efectividad, en el caso de los tratamientos radioterápicos, se sitúa al paciente en cada sesión exactamente en la misma posición en la que se colocó cuando se diseñó su tratamiento. Para ello, además de emplear dispositivos inmovilizadores, verificamos este posicionamiento mediante una monitorización con Rayos X».
En relación a las funciones de un físico- médico en un hospital, el responsable de física-médica del recinto hospitalario sevillano resume que “la actividad del físico-médico se centra en todo lo que concierne a las Radiaciones Ionizantes . Ambas se instrumentan desde una doble utilidad: la diagnóstica y la terapéutica”.
No obstante, el servicio que ofrece la física-médica en el Hospital Universitario Virgen Macarena, tiene un carácter transversal, ya que colabora con los departamentos de Radioterapia, Hemodinámica, Traumatología, Radiodiagnóstico, Oftalmología o Medicina Nuclear. De tal modo, las funciones del físico-médico han ido ampliándose con el desarrollo de las nuevas tecnologías, lo que lleva al responsable del servicio de Radiofísica del hospital hispalense a aseverar que “cuanto mayor sea el uso de la tecnología en la medicina, mayor será el papel del físico-médico”.
Esta ampliación de las funciones del Radiofísico en un centro hospitalario, hace que el perfil de este profesional sanitario esté en continua evolución. «Recientemente, estamos colaborando con áreas quirúrgicas, a través de la aplicación del ganglio centinela, sobre todo en casos de mama, maxilofacial, melanoma y tiroides. Esta técnica, que permite al facultativo localizar el lugar afectado por células tumorales, previamente a la intervención, aumenta la efectividad de la cirugía y minora la invasividad de la intervención», aduce Rafael Arrans.
Por último, entre las labores de los físicos-médicos en un hospital, también está la protección radiológica. De esta manera, este servicio es el encargado de salvaguardar de los efectos nocivos de las radiaciones a los profesionales que trabajan con o cerca de ellas, así como al público en general.