SBN. El 16 de diciembre de 1908 nació en Gerona la artista Remedios Varo, la cual destacaría especialmente por su extensa colección de pinturas de estilo surrealista. Durante su trayectoria, también ejerció como artista gráfica y como escritora. Debido al exilio político, vivió gran parte de su vida en México, donde se desarrollaría la mayoría de su obra. Aunque este mes cumpliría 111 años, Remedios nos dejó en 1963, con 54 años y varios cuadros sin terminar. Aun así, sus cuadros siguen teniendo notable transcendencia, pues la compleja y creativa mente de Remedios ideó obras que todavía no se han descifrado del todo.
La eterna fugitiva
Remedios nació a principios del siglo XX, pero no se educó como la mayoría de las mujeres de aquel entonces. Debido a la profesión de su padre, que era ingeniero hidráulico, su familia viajaba constantemente, lo cual le permitía a Remedios conocer distintas culturas y perspectivas. Desde que aprendió a leer, mostró interés por la ciencia, las matemáticas y el dibujo. Su padre, de pensamiento liberal, fue un gran ejemplo para Remedios, y le permitió apuntarse a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En dicha academia estudiaron figuras como Salvador Dalí, el cual protagonizó el año pasado la exposición “Dalí Atómico” en el CaixaForum Sevilla. Sin embargo, a diferencia de Remedios, Dalí fue expulsado de la escuela.
En 1930 contrajo matrimonio con Gerardo Lizarraga y vivió con él aproximadamente dos años en París. Poco después, sus caminos se separarían, pero seguirían teniendo una fuerte amistad. El siguiente destino de Remedios sería Barcelona, donde empezaría a interesarse por la estética propia de la vanguardia y por el estilo surrealista. Su periodo en la capital catalana le permitió crecer como artista y formar parte de la Exposición Logicofobista de la metrópolis, pero debido a la Guerra Civil tuvo que volver a París. Allí también tuvo la oportunidad de exponer su arte, pero la Segunda Guerra Mundial la obligó a instalarse en México.
Finalmente, tras otros viajes y distintos trabajos, en 1950 se dedicaría únicamente a la pintura y se establecería definitivamente en México. Durante la década, Remedios obtuvo reconocimiento internacional y definió su estilo propio, caracterizado por una temática fantasiosa de colores apagados, gran detallismo y figuras estilizadas. La artista pasó sus últimos días en México y no pudo volver a España, pero consiguió convertirse en una destacada figura de la Generación del 27, que cumplió este año 92 años y contó en junio con un acto protagonizado por Núria Espert en la sede de la Fundación Cajasol.
Sus fuentes de inspiración
Por lo general, los cuadros de Remedios representan escenas que podrían ser las ilustraciones de un cuento de hadas, aunque en ocasiones adoptan un tono macabro y sombrío con elementos sobrenaturales. El simbolismo de sus obras está inspirado por autores como Carl Jung, del que tomaría arquetipos del inconsciente colectivo, o Freud, del cual aprendería teorías del inconsciente que le permitirían plasmar mundos imaginarios. También se observa la inspiración de pintores con obras de carácter tétrico como Goya, el cual contó con una exposición de diez grabados en la Casa de la Cultura de Utrera (Sevilla) durante el año pasado.
Entre los elementos que más la inspiraban, destacan la alquimia y los propios de la noche, tal y como la luna y los vampiros. Los últimos protagonizaron obras como Vampiro, de 1961, y Vampiros vegetarianos, de 1962. Remedios no es una excepción en este caso, puesto que estos seres han inspirado e inspiran múltiples obras y productos de la cultura pop. Ejemplo de ello es la famosa serie Crónicas Vampíricas del catálogo de HBO, que es un éxito internacional. También, encontramos un juego de vampiros llamado Immortal Romance, tragaperras disponible en Betway junto a otros slots temáticos. Asimismo, el pintor Edvard Munch realizó en el siglo XIX el cuadro Love and Pain, también conocido como Vampiro.
En la actualidad, la mayoría de las obras de Remedios están expuestas en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México o pertenecen a colecciones privadas, pero también se pueden ver algunas de ellas en el prestigioso Museo Reina Sofía de Madrid.
