Redacción. El programa CaixaProinfancia, de la Fundación ”la Caixa”, pone de nuevo en marcha este verano campamentos, colonias urbanas y centros abiertos gratuitos en Sevilla. En ellos se prevé que participen cerca de 2000 niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situación de vulnerabilidad, riesgo de pobreza o exclusión, unos 30.000 en toda España.
Todo ello, con el objetivo de seguir fomentando durante la época estival sus aprendizajes mediante el juego y facilitar la conciliación de las familias. A través de estas experiencias, menores que viven en hogares con dificultades económicas y sociales pueden desarrollar herramientas personales beneficiosas para su éxito educativo. Las actividades son realizadas por más de 320 entidades sociales de todas las comunidades autónomas vinculadas al programa CaixaProinfancia. En Andalucía se promueven a través de 41 entidades.
Tal como concluye el reciente estudio publicado por el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil en colaboración con la Fundación ”la Caixa”, el coste de la pobreza infantil tiene impacto a largo plazo no solo en el plano individual, sino también para el conjunto de la sociedad.
Sin ir más lejos, la pobreza infantil tiene un coste de, como mínimo, 63.079 millones de euros al año, que se traducen en unos 1.300 euros anuales por persona y suponen el 5,1 % del PIB anual, en cifras de 2019.
Más de un 27 % de los niños y niñas, en situación de vulnerabilidad
«El 27,4 % de los niños y niñas en España se encuentra todavía hoy en riesgo de exclusión social. Y el verano se convierte en una época aún más compleja para muchos de ellos y sus familias. Por eso, reforzamos nuestro compromiso con este servicio de actividades para que niños y niñas puedan desarrollar sus potencialidades y lograr así dar un paso más hacia la igualdad de oportunidades futuras», enfatiza el subdirector general de la Fundación ”la Caixa”, Marc Simón.
El acceso a actividades educativas de calidad en el tiempo libre incide en los resultados escolares y es reconocido como un importante factor condicionante del éxito educativo. La situación de pobreza, asociada a un conjunto de necesidades educativas dentro y fuera de la escuela, tiene reflejo en el rendimiento académico, la integración social y el despliegue de las competencias personales.
Se estima que más de tres cuartas partes de los aprendizajes adquiridos de una persona adulta provienen de fuera del sistema educativo, es decir, surgen a través de la educación «no formal» (referida a cualquier acción educativa estructurada no escolar) e «informal» (en referencia a la influencia producida por la inmersión en un entorno o ambiente social). Por ello, el programa CaixaProinfancia promueve el acceso a actividades educativas de calidad en el tiempo libre como motor de cambio y mecanismo de empoderamiento entre los menores.
Alineadas con las competencias globales recogidas por la Unesco, estas actividades ahondan en distintas temáticas: deportivas y psicomotoras, artísticas, lúdicas, sociales, medioambientales y cognitivas. De esta forma, niños, niñas y adolescentes acceden a los beneficios que conllevan estas experiencias, lo que contribuye a su desarrollo personal, educativo, social y cultural.
El juego como herramienta de inclusión y crecimiento
En esta línea, las últimas investigaciones del Observatorio CaixaProinfancia destacan el juego como elemento clave en el tiempo libre educativo: el juego es, de hecho, el primer lenguaje del ser humano, y aprender y jugar son dos verbos inseparables, que van de la mano.
El juego se convierte así en un puente de comunicación: es inclusivo y es un motor de igualdad, pero no homogeneiza; es un gran activador de la autoestima, la creatividad y los vínculos sociales; ayuda a aprender sobre los límites, a mejorar la concentración y a estar presente, y a ensayar la cultura del acuerdo, puesto que obliga constantemente a acordar, a clarificar normas, a reinventar condiciones, a tomar decisiones. Además, permite a los niños, niñas y adolescentes conocer sus propias necesidades y saber explicitarlas.
«El juego, con su libertad, es una de las mejores herramientas para que los profesionales puedan recoger información y tomar decisiones de intervención educativa, sobre todo en el caso de la infancia o adolescencia vulnerable, porque el juego nunca miente. Es un gran generador de confianza que abre un abanico de conductas que a veces quedan ocultas en el día a día y un banco de pruebas perfecto para aprender a gestionar emociones», destaca la pedagoga autora de las investigaciones, Sílvia Penón.
En el caso de los más pequeños, recomienda el llamado juego simbólico (hacer como si…), que reproduce patrones aprendidos a través de las vivencias para poder expresarse sin ser juzgados. En el caso de los niños mayores, plantea «los juegos de construcción, los juegos de reglas o los llamados juegos de ejercicio», enfocados al ámbito grupal para ver de qué modo las personas se relacionan, cuál es su rol, qué actitudes muestran, cómo gestionan la frustración, etc.
Las tres modalidades de actividad de tiempo libre que ofrece CaixaProinfancia se complementan entre ellas, de manera que cada persona puede participar en más de una:
Centros abiertos
Se caracterizan por ofrecer un servicio diario durante todo el curso, fuera del horario escolar, y porque también pueden contemplar actividades de fin de semana. Disponen de un proyecto educativo propio y de una programación anual.
Colonias urbanas
Se desarrollan de manera intensiva en periodos vacacionales. Cuentan con un proyecto educativo propio y pueden incorporar actividades regulares de apoyo a la realización de tareas escolares o de refuerzo educativo.
Campamentos
Son actividades intensivas que se desarrollan en periodos vacacionales y que implican el desplazamiento a un lugar diferente de la residencia habitual, generalmente, en contacto con la naturaleza.