Victoria G. Mora. El invitado más esperado de la Cumbre Mundial de Turismo (WTTC), Barack Obama, ha conseguido abarrotar el auditorio de Fibes en su primera visita a la capital hispalense. El expresidente ha abordado algunos de los grandes desafíos mundiales en relación con el sector turístico, tales como el cambio climático, la igualdad de género o los nacionalismos.
El 44º presidente de los Estados Unidos comenzaba su discurso -bajo el título Una conversación con el expresidente Barack Obama- agradeciendo a Sevilla su acogida: «Es una ciudad espectacular, es preciosa». Se trata de la primera vez del político en la capital hispalense, después de que hace dos años tuviera que cancelar su visita por el asesinato de cinco policías en Dallas.
Durante su discurso, el líder ha advertido que, a pesar de la evolución que experimenta el sector turístico gracias a la irrupción de las nuevas tecnologías, las naciones se sienten aún amenazadas por una fuerte inseguridad, pues «la gente tiene la sensación de que se están erosionando los rasgos de su país y quiere hacer muros para asegurar su identidad». Obama ha hablado sobre los nacionalismos y la xenofobia como caminos peligrosos que amenazan al planeta de manera global.
Ante este problema, la industria de viajes, según el expresidente, tiene la capacidad de evocar lo bueno de cada país. «Viajar recuerda a la gente aquello que compartimos y tenemos en común», ha afirmado. «Una madre y un hijo riéndose en Kenia, es lo mismo que en Virginia o en Hawai», ejemplificaba el exdirigente.
Sobre otro de los grandes desafíos globales, la migración y el reto de los refugiados, el estadounidense ha asegurado que se trata de «gente que busca sobrevivir y a la que no se le puede poner un muro para evitarlo». No obstante, ha apuntado que las políticas actuales aún no están diseñadas para luchar contra esto.
Los jóvenes, una apuesta de futuro. En su labor filantrópica, Obama se encuentra fuertemente vinculado a las nuevas generaciones, lazo que estrecha a través de la Fundación Obama. Los jóvenes -grupo que identifica mencionando a sus hijas- «tienen la capacidad de conocer el mundo gracias a la tecnología y no tienen miedo al cambio».
El político ve en los jóvenes una oportunidad para solidificar el respeto hacia las minorías. «Vivimos en una sociedad multiétnica y muy diversa, el tiempo no va a curar las heridas si no reforzamos a nuestros hijos con políticas de tolerancia» ha sostenido Obama.
Sobre las nuevas generaciones, el político también ha apuntado que «son idealistas, inteligentes y están listas para zarpar». A través de su fundación, Barack establece lazos entre jóvenes líderes alrededor del mundo para que intercambien sus conocimientos. «Ellos entienden que hay un único mundo y que las diferencias no van a evitar que aprendan unos de los otros», ha manifestado.
Asimismo, volviendo a mencionar a sus hijas, el estadounidense ha advertido que uno de los retos para el sector turístico ante este fragmento de la población es generar vibraciones: «Cuando viajan, mis hijas quieren experiencias, es lo que les emociona de verdad, sentir que interactúan con otra cultura».
Cuestión de género. El expresidente también ha abordado la problemática de la igualdad de género, en esta ocasión relacionándola con el sector de los viajes. Obama ha manifestado que las mujeres jóvenes siguen sintiéndose inseguras cuando viajan, planteando este como otro de los grandes retos de la industria.
«Hay que institucionalizar el hábito de echar abajo las barreras para las mujeres» ha continuado, mientras mencionaba la alta representatividad femenina que había en su equipo de gobierno. «Me llevó seis meses darme cuenta de que en las reuniones de secretarios de la Casa Blanca los hombres monopolizaban la conversación aunque no supieran del tema», contaba el exmandatario.
Evitar el desastre. Obama ha recordado con agrado sus años al frente del gobierno estadounidense. «Evitamos el desastre, pero no significa que hayamos hecho todo del modo adecuado», ha reconocido.
Sobre la corrupción, el político ha asentado su discurso en torno a los valores éticos del individuo: «La gente dice que el poder corrompe, yo creo que el poder revela lo que necesitas». A lo que ha añadido que «si llegas con un valor y compromiso ético claros, puedes mantenerlos; si nos los tienes, puedes abusar del poder».
Química con Pedro Sánchez. Tras su discurso, Obama ha mantenido una breve reunión de apenas 20 minutos con el presidente español, Pedro Sánchez. Durante el encuentro, ambos líderes han compartido su preocupación por asuntos de urgencia como el cambio climático, las políticas de igualdad o el poder de las nuevas generaciones.
Según fuentes de la moncloa, durante la charla se ha podido presenciar la química existente entre ambos líderes, quienes además de tendencias ideológicas, comparten intereses y prioridades en materia de acción política.