Redacción. Las hermanas del convento de San Leandro de Sevilla, que se han hecho famosas por jugar al baloncesto en el patio de su claustro en los descansos de su labor, han recibido una donación en forma de máquinas de coser, gracias a una empresa de La Rinconada que les ha querido ayudar para que sigan realizando su labor de elaboración de mascarillas.
Así lo ha indicado en un comunicado el fundador y CEO de Laboratorios BIO-DIS, de La Rinconada, que ha explicado que a este convento en concreto ha hecho entrega de dos máquinas de coser para facilitar su trabajo humanitario en la preparación de prendas de higiene y protección para las instituciones sociales de su entorno.
Además, las monjas del convento de La Encarnación, también en Sevilla, recibieron otras dos máquinas de coser de la mano del CEO de esta empresa familiar que se dedica al desarrollo, fabricación, distribución y exportación de complementos alimenticios.
La donación de estas máquinas de coser es un nuevo gesto solidario para ayudar en labor que los conventos sevillanos están realizando en la elaboración de mascarillas y batas de protección para abastecer a los diferentes geriátricos, centros de mayores y dependientes, y otras instituciones tan castigadas en esta pandemia.
José María Cantarero ha agradecido “la entrega y la admirable voluntad de las hermanas, porque son momentos para colaborar en estas iniciativas, ya que con su trabajo dan amparo al personal sanitario, a los residentes y a sus familias”, ha dicho.
Laboratorios BIO-DIS, empresa alimentaria declarada actividad esencial en el presente Estado de Alarma, «se une así al movimiento solidario de las empresas andaluzas que ofrecen su máxima colaboración al conjunto de la sociedad, realizando esta y otras acciones que apoyan a quienes trabajan arriesgando su propia salud por el bienestar general”.